No todos los niños crecen al mismo ritmo ni de igual forma en el mismo periodo de tiempo. El crecimiento es el proceso biológico más característico de la infancia. Sin embargo, este comienza en el momento de la fecundación del óvulo y dura hasta la finalización del desarrollo sexual y la maduración ósea, procesos que suelen ocurrir al final de la segunda década de vida.
No se trata sólo de aumentar de tamaño, el peso y la talla, sino también de que los órganos y sistemas maduran gradualmente hasta que la persona alcanza la madurez y el máximo potencial de funcionamiento.
Factores que influyen en el crecimiento
La estatura es algo hereditario. Por lo tanto, viene determinada por la genética. No obstante, la alimentación y estilo de vida de la madre durante el embarazo y del niño en sus primeros años es también determinante. En circunstancias normales, los factores genéticos explican alrededor del 80% de la estatura de un adulto.
Hormonas de crecimiento: ¿cuándo son necesarias?
En ocasiones hacen falta estudios y tratamientos especiales para que el desarrollo del niño sea normal. Los padres suelen preguntarse ¿Cuánto se crece con hormona del crecimiento? Y si esta es necesaria para sus pequeños.
Las hormonas de crecimiento humano, llamadas también hGH, son producidas por el organismo conforme pasa el tiempo. No obstante, suelen necesitar de manera artificial en raras, pero puntuales ocasiones. Se estima que entre 1 y 4 niños de entre 10.000 la necesitarán de mano de médicos y profesionales tras un diagnóstico certero.
Cuando un recién nacido PEG (pequeño para la edad gestacional) no muestra un desarrollo de recuperación en los primeros cuatro años de vida necesita hormonas de crecimiento administradas en laboratorios para llegar a la talla objetivo o meta.
Durante el primer año de tratamiento, la terapia especializada con hormona del crecimiento puede aumentar la estatura del infante entre 4 y 6 centímetros. Pero, la reacción de cada pequeño al tratamiento con la hormona del crecimiento denominada somatropina es única y depende de diversas circunstancias. Todas ellas son evaluadas por profesionales en cada etapa del procedimiento.
Factores ambientales que inciden en el crecimiento
Ni la estatura ni el ritmo de maduración están determinados únicamente por la genética. Existe una combinación de factores ambientales que, junto a los genéticos, tienen cabida durante el proceso de crecimiento.
Estos estipulan el resultado. Es decir, constituyen la estatura adulta, edad de inicio de la pubertad y el desarrollo integral del cuerpo humano. Entre otras muchas cosas, las influencias ambientales pueden alterar o no la estatura final del niño y el ritmo de maduración que viene determinado genéticamente.
Entre ellas están la alimentación, el afecto y estímulo que reciben y las enfermedades que se han padecido o se padecen antes de que la maduración llegue a su fin.
En otras palabras, la evaluación del crecimiento de un niño es un indicador muy sensible de su estado de salud y bienestar. Asimismo, representa un componente importante del control y seguimiento del pediatra del niño.
Esto es así debido a la miríada de factores genéticos y ambientales que intervienen en el crecimiento normal y particular de cada persona. Sin embargo, será el médico tratante quien determine si “todo funcione bien” y que el crecimiento sea óptimo o se requiera algún tratamiento especial.
