Un nuevo estudio que apuntaba a métodos avanzados para evaluar la salud ósea encontró que los datos de las ecografías eran iguales a los que se obtenían usando rayos X.
La forma en que vivimos forma nuestros huesos. Hay muchas cosas que podemos hacer para ayudar a mantener nuestros huesos sanos.
La densidad mineral ósea (DMO) mide la cantidad de mineral óseo en el tejido óseo y los médicos la utilizan para determinar la calidad ósea.
La genética, la nutrición y el estilo de vida contribuyen a la DMO.
Seguir una dieta equilibrada rica en calcio y vitamina D y realizar actividad física contribuyen a mejorar la calidad ósea. También reducen el riesgo de desarrollar enfermedades óseas.
El cuerpo establece el nivel máximo de DMO en el momento en que una persona tiene entre 20 y 20 años, y disminuye naturalmente a medida que la gente envejece. Si los huesos no son lo suficientemente fuertes durante la vida adulta, el riesgo de afecciones como la osteoporosis aumenta.
La carga global de la osteoporosis
La osteoporosis reduce la calidad ósea; se vuelven más frágiles y aumenta el riesgo de fractura. Las fracturas más comunes ocurren en las caderas, la columna vertebral y la muñeca.
Las fracturas vertebrales pueden tener consecuencias graves, incluyendo pérdida de estatura y dolor de espalda intenso.
La pérdida de hueso tiene un impacto serio en la salud y la calidad de vida de una persona. En algunos casos, puede conducir a una discapacidad a largo plazo y a la muerte. Además, la osteoporosis representa una carga socioeconómica, lo que resulta en altos costos médicos y pérdida de días de trabajo.
Según la International Osteoporosis Foundation (IOF), la enfermedad causa casi 9 millones de fracturas al año en todo el mundo.
La osteoporosis afecta a unos 200 millones de mujeres. Las mujeres tienden a tener huesos más delgados que los hombres, y las probabilidades de desarrollar la afección aumentan durante la menopausia, cuando la hormona estrógeno disminuye.
A pesar de su impacto global, esta afección permanece subdiagnosticada y subtratada. La IOF afirma que los médicos no identifican ni tratan a cerca del 80 por ciento de las personas que están en alto riesgo y que ya han sufrido una fractura.
Avanzar en los métodos de evaluación de la salud ósea
Un estudio reciente en The Journal of the American Osteopathic Association encontró que los datos obtenidos de las ecografías fueron iguales a los obtenidos usando absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA). Los expertos consideran que este es uno de los mejores métodos para evaluar la calidad ósea.
Aunque DEXA sigue siendo una excelente opción para recopilar información completa sobre la salud ósea, el equipo es caro y muchas personas no pueden permitirse este procedimiento.
DEXA utiliza una dosis muy pequeña de radiación ionizante para crear imágenes de la columna vertebral y las caderas para medir la pérdida ósea.
El ultrasonido podría conducir a un aumento de las pruebas de detección de la osteoporosis. La máquina funciona midiendo cómo se mueven las ondas sonoras a través del hueso. Es portátil, económico y no requiere radiación.
«La investigación previa», explica la profesora Andrea Nazar, de la West Virginia School of Osteopathic Medicine de Lewisburg, «ha demostrado una fuerte correlación entre el nivel educativo y el estatus socioeconómico y la calidad ósea».
El Prof. Nazar continúa diciendo que los adultos jóvenes deben tratar de prestar especial atención al estilo de vida, la nutrición y el ejercicio para evitar enfermedades óseas más adelante en la vida. Ella recomienda que las personas sigan una dieta balanceada combinada con ejercicios de soporte de peso que protejan y fortalezcan los huesos.
«Debido a su bajo costo, movilidad y seguridad, el ultrasonido es una herramienta prometedora para evaluar a más personas, a través de múltiples demografías».
Prof. Andrea Nazar
La coautora del estudio, Carolyn Komar, Ph.D. -también de la Escuela de Medicina Osteopática de West Virginia- cree que el uso del ultrasonido no dará toda la información que un examen DEXA podría reunir.
Sin embargo, puede ayudar a los médicos a decidir si deben iniciar el tratamiento para la persona.