La pérdida de la audición aparece progresivamente a medida que se va envejeciendo, es conocida como presbiacusia, este diagnóstico es bastante común, la mayoría de personas después de los 65 años presentan cierto grado de pérdida de audición.
Existen básicamente tres tipos de pérdida de audición: la conductiva que afecta el oído externo o medio, la pérdida de audición sensorial que involucra el oído interno y la mixta que es la combinación de ambas. En ocasiones es complejo determinar si el problema es sensorial, conductivo o ambos.
En todos los casos podrás pedir ayuda médica y el tratamiento dependerá de la causa y la magnitud de la pérdida auditiva. Te presentamos algunas opciones:
Extracción de tapón de Cera
La obstrucción por tapones de cera es reversible y es una de las causas más comunes de la pérdida de audición. Las personas que utilizan audífonos constantemente deberían asistir a revisión con un audiólogo cada 3- 6 meses para determinar si hay exceso de cerumen.
En caso de presentar esta problemática lo ideal sería acudir a un médico, quien puede extraer el tapón de cera mediante un procedimiento de succión o herramientas quirúrgicas pequeñas ideales para este tipo de procesos.
Procedimientos quirúrgicos
En algunos casos la pérdida auditiva puede ser tratada con procedimientos quirúrgicos, tales como anomalías del tímpano y huesecillos del conducto auditivo. Las infecciones constantes en los oídos también pueden causar pérdida de audición. Estas pueden ser tratadas a través de inserción de sondas pequeñas para drenar los oídos.
Entre los tratamientos quirúrgicos destaca la estapedectomía, procedimiento utilizado para detener el proceso de fijación de los huesecillos. La timpanoplastia es empleada para reparar alteraciones de la membrana timpánica de la cadena de huesecillos o de ambas. Y la mastoidectomía conjunta de operaciones utilizadas para erradicar las lesiones del oído medio y mastoides producto de infecciones constantes.
Audífonos
En caso de que la pérdida auditiva se deba a un daño en el oído interno, la utilización de audífonos podría resultar de mucha utilidad. Un audiólogo podrá analizar la situación y evaluar con el paciente los posibles beneficios de la utilización de estos dispositivos.
Existen básicamente dos tipos de audífonos los que se colocan detrás del pabellón auditivo y los que van dentro del canal auditivo. Siendo los más utilizados los externos debido al calce y los beneficios que ofrecen.
Implantes de cóclea
En caso de que la pérdida auditiva sea más grave y los audífonos convencionales no logren resolver el problema, un implante de cóclea puede ser una buena opción. Estos implantes estimulan directamente al nervio auditivo a diferencia del audífono, que amplifica el sonido y lo dirige al interior del oído. El audiólogo junto con un médico otorrino son los especialistas que pueden analizar riesgos y beneficios de este tipo de procedimientos.
Terapias complementarias
Adicional a los tratamientos que te hemos descrito existen algunas terapias complementarias, tales como rehabilitación auditiva utilizada como tratamiento adicional al uso de audífonos y el entrenamiento individual o grupal que buscan mejorar las habilidades auditivas en cada paciente.