Lo que conocemos como implante dental es un elemento metálico que pasa a ser implantado, de manera quirúrgica, sobre los huesos maxilares, justo en el área que se encuentra debajo de las encías. Una vez estos han sido posicionados sobre esta área, los dentistas van a tener la posibilidad de posicionar sobre ellos los puentes fijos o las coronas que van a sustituir las piezas dentales que se hayan perdido.
En este artículo vamos a conocer algunos de los principales puntos a tomar en consideración al momento de conocer más sobre los implantes dentales y todo lo que se encuentra relacionado con estas piezas. Vamos a ello.
¿De qué manera trabajan los implantes dentales en la dentadura?
Los implantes dentales o prótesis dental son fusionados junto a lo que se conoce como el hueso mandibular, lo cual ofrece un soporte mucho más estable para lo que serían los dientes artificiales como tal. Los puentes y prótesis que son colocados sobre los implantes no van a deslizarse ni correrse sobre la boca, una característica sumamente importante para lo que sería el habla y el proceso de masticación. Tal adaptación es la que va a ayudar a estos puentes y prótesis, así como las coronas individuales que se colocan sobre los implantes, a que se puedan sentir mucho más naturales que las piezas clásicas.
Para ciertas personas, las prótesis ordinarias o puentes pueden llegar a ser un poco más incómodos porque generan irritaciones, llegan a provocar mareos y náuseas, o presentan bordes sumamente estrechos. Además, los puentes convencionales se deben ajustar a los dientes de ambos lados a lo que sería la zona de vacío. Aunque una de las ventajas más claras de los implantes es que no se requiere el desgaste de los dientes adyacentes para que estos permitan sostener al diente de reemplazo.
Para poder recibir estos implantes y gozar de una sonrisa perfecta, es indispensable contar con unas encías saludables y una estructura ósea adecuada que pueda soportar tales implantes. Además, el paciente tendrá que asumir un estricto compromiso sobre el mantenimiento óptimo de este tipo de estructuras en su cavidad bucal. Las visitas regulares al dentista y la meticulosa higiene bucal son fundamentales para que estos implantes dentales sean completamente exitosos y perduren con los años.
Los implantes dentales como tal son un método sumamente costoso en comparación a otros medios de sustitución de piezas dentales y muchas compañías aseguradoras no cubren las mismas. A pesar de que no las cubren en su totalidad en casi ningún caso, algunas logran cubrir como máximo un 20 por ciento de estas tasas.
¿Cuáles son los tipos de implantes más populares?
Según las Asociación Dental Americana se tienen considerado dos tipos de implantes en la actualidad, mismos que son los siguientes:
Implantes Endostiales
Este tipo de implantes son colocados, de manera quirúrgica y directa, sobre la estructura ósea maxilar por un dentista especializado. Ya en el momento en que el tejido adyacente ha cicatrizado en su totalidad, es necesario realizar una segunda intervención quirúrgica que permite conectar un poste sobre los implantes originales. Por último, es colocado uno o varios dientes artificiales sobre este poste, siendo los mismos individuales o agrupados sobre una prótesis fija o puente.
Implantes subperiostiales
Esta clase de implantes se basan en un tipo de montura que es instalada sobre los huesos maxilares y como tal debajo de la encía. Al haberse cicatrizado la zona aledaña a las encías, esta montura pasa a ser fijada al hueso maxilar y los postes, que son colocados sobre la montura, van a sobresalir por medio de las encías. De igual forma a como ocurre con los implantes endostiales, los dientes artificiales son colocados sobre los mismos postes.