septiembre 29, 2023
lactoferrina

Mejora tus defensas y salud en general con lactoferrina

La utilización de la Lactoferrina optimiza y fortalece el sistema inmunológico, a fin de que el organismo pueda combatir la invasión de virus, según lo explicado por comunidades de médicos de renombre.

«El uso de la lactoferrina en profesionales sanitarios de alto riesgo», fue una mesa redonda en dónde participaron grandes exponentes de la medicina. Entre ellos los doctores Javier Cabo por Cirugía, la doctora Maite Ballester por otorrinolaringología, la doctor Laura Salanova por odontología y la doctora Yulia Kochergina por medicina general. Entre muchos otros más, siendo moderado por el experto en dermatología y venereologia, el doctor Gabriel Serrano.

En este conversatorio se pudo demostrar que el empleo de la lactoferrina, bien sea por vía nasal, tópica u oral, en compañía de medidas que optimicen la circulación del aire, ayudan a prevenir la infección por Covid-19.

Hay múltiples evidencias a nivel científico que avalan sus propiedades antivirales significativas.

Pero, Lactoferrina que es. Esta es una proteína multifuncional que deriva de la leche y protagoniza un papel fundamental en lo que respecta a la inmunidad natural. Misma que comienza durante el proceso de lactancia, transportando hierro y fomentando procesos de inmune modulación y antibacterianos.

Una alimentación sana suplementada por la lactoferrina, ayudaría en la disminución de pacientes afectados por muchas enfermedades, entre ellas el Covid-19.

Según múltiples estudios se concluye que la lactoferrina, en compañía de otros nutrientes, conforma la solidez del escudo inmunológico natural que tiene el cuerpo humano. Además de jugar un papel clave en lo que se refiere a la inmunidad innata o primera inmunidad. 

¿Cómo actúa la lactoferrina? Básicamente bloquea los receptores del virus que le permiten entrar en unión con las membranas celulares que busca infectar. Además de que, si ya dicha cédula presentaba cierto grado de infección, interfiere en su propia replicación viral.

¿Pero de qué otra forma podemos aumentar nuestras defensas y potenciar nuestro sistema inmunológico? Acá te presentamos algunas propuestas que deberías tomar en consideración:

Consumir una dieta balanceada

Procura comer verduras, hortalizas, frutas, legumbres y cereales integrales, así como también pescado y una mayor cantidad de carne blanca en vez de carne roja y embutidos. Además de reducir el consumo de grasas transformadas, sal y azúcar refinada.

Mantener el organismo correctamente hidratado

Una buena ingesta de líquidos como agua, infusiones, te y sopas te aseguran un sistema inmune fuerte. Las bebidas alcohólicas y con altos niveles de cafeína debes evitarlas.

Practicar deporte o realizar cualquier tipo de actividad física

Pon ese cuerpo en movimiento, aunque sea muy limitado, trata de dedicar un momento del día a realizar alguna actividad física. Esto con el fin de energizar tu tejido muscular, los ligamentos, las articulaciones y órganos. Pilates, yoga o clases de tonificación son buenos ejemplos para cambiar tu estilo de vida.

Regular los niveles de estrés

No te imaginas cuánto afecta el estrés al sistema inmunológico. Nuestro continuo estado de alarma hace que gastemos energía innecesarias en otros aspectos de nuestras vidas cuando realmente estamos sanos. Entonces, cuando necesitamos en realidad de nuestro sistema inmune ya fue gastada su potencia natural.

Procura apartar espacios para distraerte, jugar o entretenerte y disminuir estos niveles al mínimo.

Consumir suplementos de vitamina D3

Esta vitamina optimiza la respuesta del sistema inmune contra bacterias y virus. Nuestro cuerpo la produce gracias al sol, pero en pocos alimentos. Así que si buscan aumentar su presencia en tu organismo aumento el consumo de pescado azul o consume suplementos de D3.

Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales A, E y antioxidantes

Estos nutrientes principalmente van a ayudar a que las células puedan trabajar mejor. Entre ellas deberíamos considerar la vitamina E, la vitamina C, el zinc y el betacaroteno.

Esto quiere decir que sería bueno incluir en tu dieta naranjas, papaya, limón, avellanas, almendras, aguacate, zanahorias, melocotones y nísperos. Así como también carnes, pescados, legumbres, otras y setas.

Aumentar el consumo de probióticos

Estos son microorganismos vivos que benefician a nuestro organismo en las cantidades adecuadas. Esto debido a que permiten equilibrar la microbiota intestinal.

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