Los ruidos externos o algunas enfermedades pueden desencadenar afecciones auditivas. Ante cualquier evidencia de que hay una dificultad relacionada con el sonido, deben realizarse las acciones correspondientes para determinar la causa y el nivel del daño. Te explicaremos aquí algunos detalles que te darán luces para saber cómo actuar.
Cada vez más ciudadanos en España sufren dolores en los oídos. Ruidos molestos de origen desconocido, zumbidos o silbidos constantes que solo callan cuando están durmiendo, sobre amplificación de los sonidos del entorno como si estuvieran a un volumen alto y estridente. Por ello deben acudir con frecuencia al centro auditivo, porque aún existen más patologías que las ahora descritas y lo recomendable es diagnosticar a tiempo.
Son enfermedades, en la mayoría de casos, poco conocidas por la sociedad y se pueden detectar con la sola descripción de quien la padece o a través de un test auditivo. Hablamos de las siguientes:
Acúfenos
Se presentan como ruidos en la cabeza, zumbidos o tinnitus. Estos son sonidos que generan una molestia extrema en quienes los perciben. Ellos ocurren dentro de los oídos o de la cabeza y se generan sin que haya una causa o fuente externa que los produzca. Estos sonidos o pitidos se pueden convertir en graves o agudos escuchándose temporalmente, pero en otros casos se convierten en un padecimiento crónico.
Hiperacusia
Se presenta como una reducción del umbral de tolerancia a cualquier sonido del ambiente. Esto genera estrés permanente, ansiedad, mareos e incluso ataques de pánico. Las personas se vuelven muy sensibles y sienten una necesidad imperiosa de taparse los oídos.
Misofonía
Es una sensibilidad al ruido común que produce una reacción casi irracional cuando algo específico suena y detona la molestia.
Pérdida de la audición – Causas
Apenas comienza a aparecer un mínimo indicio de que hay una pérdida de la audición, se debe acudir al especialista que podrá tratar con métodos especializados esta problemática. Los audioprotesistas sabrán si es momento de que la persona comience a usar audífonos para sordera.
Un buen diagnóstico revelará las causas del padecimiento. Estas tienen variadas raíces y entre ellas se mencionan algunas de tipo orgánico como el daño del oído interno, las infecciones en el oído y bultos anormales o tumores en los huesos, roturas en la membrana del tímpano, daños en las células sensoriales o en el nervio auditivo.
También hay otras causas relacionadas con los cuidados como la acumulación gradual de cerumen, la sobreexposición a altos sonidos durante largos periodos de tiempo y finalmente las asociadas a la edad.
Acciones inmediatas
Si tuvieras alguna señal que indique que estás comenzando a sufrir pérdida de audición, es hora de acudir a un centro auditivo y someterte a una audiometría. El audiólogo es el especialista que te explicará en qué consiste la prueba. A continuación la describimos.
Audiometría
Esta es una efectiva prueba de evaluación de la audición donde debes escuchar, detectar y repetir lo que el audiólogo te va proponiendo a través de una serie de instrumentos de emisión de sonidos. De esta forma él podrá determinar el nivel de gravedad de la pérdida auditiva que presentes.
Esta prueba no es exclusiva para adultos, también se aplica a niños y jóvenes. Con este examen se puede diferenciar la pérdida auditiva conductiva de la percepción de la sordera.
Los resultados se reflejan mediante una curva llamada audiograma. Ella revela los niveles del paciente con los estándares de referencia y exhibe visualmente cómo son esos niveles de audición.
Uso de audífonos
Una vez que la audiometría ha arrojado el resultado y se conoce qué nivel de sordera existe, el audiólogo procede a ofrecer las soluciones auditivas correspondientes. Entre ellas puede recomendar el uso de un determinado tipo de audífono.
La calidad de vida debe tenerse como la principal prioridad y todo lo que minimice la posibilidad de tenerla, debe ser atendido de inmediato. El miedo a no escuchar los sonidos externos genera miedo inminente, por tanto se debe proceder sin retraso.
Los audífonos son sistemas electrónicos de amplificación del sonido. Existen diferentes tipos y modalidades que gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, se amoldan a cada caso particular dando un rendimiento auditivo y de confort altísimo.
Tipos de audífonos
Algunos de ellos son siguientes:
Intracanal interno
Estos son los más reducidos de tamaño y se introducen por completo al oído. No son visibles hacia el exterior. Ideal para pérdidas auditivas leves a moderadas.
Intraauricular
Se adaptan con un molde fabricado a la medida exacta de la cavidad de la oreja de cada paciente. Utiliza una pila de amplia duración, por lo que su tamaño es mayor Se maneja completamente desde los botones que posee.
Intracanal
Son más pequeños que los intraauriculares, Igualmente son hechos a medida, de acuerdo al tamaño de la cavidad de la oreja. Se recomiendan cuando se presentan pérdidas auditivas que aún son leves y que no necesitan de una amplificación mayor.
Retroauricular
Ideal cuando se presentan pérdidas auditivas y es necesaria mucha ampliación. Se adaptan gracias a que se usa un molde a medida con la cavidad de la oreja. Lleva una sonda de plástico.
Con receptor intracanal o intraauricular
Recomendados para sordera. Tienen buena estética y además son muy cómodos. Se colocan de forma discreta en la oreja y se puede disimular aún más si llevas cabello largo. Tienen delgado cable. Aseguran una gran calidad de sonido, porque tiene un procesador digital y un parlante externo
De oído abierto
Muy discretos en tamaño, se ubican por detrás del oído. Van conectados a un tubo que es bastante delgado que se coloca dentro del oído con un domo, Ideal para pérdidas leves y moderadas,
Reflexión final
El tabú de llevar un audífono puesto queda superado, pues la calidad de vida vale oro y nada puede estar por encima de este asunto. Por ello los fabricantes se han esmerado en ofrecer estos modelos apropiados para cada caso y gusto.
Actualmente todos estos audífonos se pueden conectar a dispositivos con Bluetooth sin la necesidad de transmisores y algunos tienen manejo remoto desde los celulares. Todo indica que si existe un mínimo de dificultad auditiva, no hay motivo para no llevar uno puesto.
Las soluciones auditivas deben asumirse a tiempo. La identificación del origen del problema es fundamental para definir un tratamiento efectivo. Un test auditivo te ayudará de una manera 100% efectiva a poder prevenir una eventual pérdida de audición como consecuencia de la edad o de algún otro factor.