La Covid-19 sigue acumulando nuevos casos en el mundo. Tras 7 meses desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia, ya son 40 millones de personas las que se han contagiado. La ciencia continúa sus investigaciones sobre este virus relativamente nuevo para la humanidad. Mientras se espera la vacuna contra la Covid-19, existen tratamientos que ayudan a acelerar la rehabilitación física a los pacientes. Tal es el caso de la fisioterapia respiratoria.
Estudios recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidencian, hasta ahora, que entre las secuelas de la Covid-19 al aparato respiratorio se destaca la fibrosis pulmonar: en el cual el tejido de los pulmones se cicatriza. De esta manera, los órganos respiratorios se vuelven duros y gruesos, esto dificulta el proceso respiratorio y el vital envío de oxígeno a la sangre.
La infección del coronavirus afecta principalmente a los pulmones y al tracto respiratorio. Por esta razón, los pacientes que han sobrevivido a la Covid-19 deben someterse a rehabilitación tras dar negativo a la enfermedad.
De ahí que la fisioterapia respiratoria sea considerada uno de los tratamientos más efectivos y beneficiosos para los pacientes de coronavirus. Veamos de qué se trata este método de rehabilitación respiratoria y física.
¿Qué es la fisioterapia respiratoria y para qué funciona?
Conocida también como terapia respiratoria o fisioterapia pulmonar, es una terapia física. La fisioterapia respiratoria es una rama de la fisioterapia enmarcada dentro de la ciencia de la salud. Específicamente es un tratamiento terapéutico que ofrece métodos y técnicas para ayudar en la sanación de patologías respiratorias como la bronquitis, el asma, la fibrosis quística, la neumonía, el enfisema pulmonar, entre otros.
En consecuencia, un especialista en fisioterapia respiratoria es capaz de asistir a los pacientes en ejercicios para la movilización temprana y el fortalecimiento muscular; el destete e interrupción de la ventilación mecánica; la titulación de oxígeno suplementario o en el cuidado de una traqueotomía.
A través de técnicas manuales o instrumentales, la fisioterapia respiratoria puede limpiar la secreción pulmonar. Por ello, su método se centra en restablecer la ventilación respiratoria y mejorar el intercambio gaseoso entre la sangre capilar alveolar y el aire inspirado.
Cabe destacar que aunque esta terapia es de gran importancia para la rehabilitación de pacientes con patologías relacionadas con la Covid-19, solo los profesionales de la fisioterapia respiratoria están facultados para decidir sobre la idoneidad de esta terapia para cada caso particular.
¿Ante qué síntomas se debe asistir a consulta de fisioterapia respiratoria?
Neumonía
La neumonía es una infección que afecta a los sacos de aire de los pulmones. Estos pueden inflamarse o llenarse de fluido, Y aunque no lo parezca, la neumonía es una de las enfermedades más frecuentes en el mundo. Esta infección puede ser producida por más de 30 causas distintas. Sin embargo, los virus respiratorios que derivan en neumonía en niños y adultos pueden ser prevenidos.
Rehabilitación postoperatoria
Ciertamente, durante la pandemia, se siguen suscitando otros problemas respiratorios no asociados al coronavirus. Pero la Covid-19 sigue captando la atención de la ciencia por tratarse de una enfermedad relativamente nueva para la humanidad. En ese sentido, los efectos y secuelas a mediano y largo plazo aún se desconocen.
Por suerte, la fisioterapia respiratoria funciona como alternativa, para quienes tras pasar un período en el hospital, quieran retomar su vida normal y volver a casa rápidamente.
Asma
El asma es una enfermedad que afecta, principalmente, las vías respiratorias. Comúnmente, el pelaje de las mascotas o los ácaros de polvo son los desencadenantes de esta afección. Entre sus síntomas, podemos destacar una tos crónica –seca o con flema-, dolor en el pecho, irritación de garganta, dificultad para respirar y otros.
Fibrosis quística
Se trata de un trastorno hereditario, en ocasiones mortal, que afecta a los pulmones y el sistema digestivo. Debido al gen defectuoso que causa esta enfermedad, las personas pueden sufrir tos seca –o con sangre-; dificultad para subir de peso; fatiga; hipertensión pulmonar, acidez estomacal o estreñimiento. No obstante, para diagnosticar este trastorno que no tiene cura, es necesario realizar estudios médicos.