En el campo científico los aportes de la dosimetría radiológica han permitido medir la cantidad de radiación que absorbe un determinado tejido del organismo humano como resultado de su exposición a efectos ionizantes en trabajos o determinadas circunstancias de la vida cotidiana. El objetivo de esta prueba diagnóstica es detener o disminuir la aparición de consecuencias negativas de la radiación.
Desde 2013, el Consejo de Seguridad Nuclear o CSN del Estado español autoriza a centros de salud públicos y privados para hacer dosimetría radiológica como servicio de salud para las personas que califican para esta prueba.
Este examen de vigilancia radiológica hace posible que los trabajadores que están expuestos a radiaciones ionizantes puedan asegurar que su trabajo se realiza en las condiciones adecuadas y que no están superando los límites de dosis legales.
Es decir, se trata de cumplir las normas establecidas por el CSN y también con el Reglamento sobre protección sanitaria contra los riesgos derivados de la exposición a radiaciones ionizantes que se establecen en el Real Decreto 1029/2022.
¿Qué es la dosimetría radiológica?
Esta es una prueba utilizada para planificar un tratamiento de radiación adecuado. Consiste en calcular cuánta radiación absorben los tejidos del cuerpo humano y a nivel celular como resultado de la exposición directa e indirecta a esta.
Para realizar esta medición se utiliza un dosímetro que es un aparato que permite a los investigadores determinar el nivel de exposición a los niveles de radiación adecuado para cada paciente. Asimismo, hace posible evaluar los riesgos potenciales asociados a la cantidad de esta en cada situación y para cada individuo en el marco de sus labores particulares.
Garantiza la seguridad de los órganos y que estos se mantengan sanos en cada paciente. Para ello, esta prueba está a cargo de un médico con una formación especializada en aparatos y equipos de tratamiento oncológico. Para ello cumplen estudios en dosimetría, normalmente ligados a radiología y/o radiofísica. El dosimetrista médico colabora con los radioterapeutas para llevar a cabo los regímenes de tratamiento individualizados para los pacientes.
¿Por qué es importante la dosimetría radiológica?
La prueba de dosimetría radiológica y los centros que la hacen son muy importantes para una sociedad sana porque estos exámenes proporcionan informes frecuentes o periódicos sobre las dosis individuales que cada paciente recibe de radiación.
Por lo tanto, los centros de dosimetría desempeñan un papel crucial en la vigilancia y el control radiológicos de personas que hacen trabajos en los que están expuestos a radiaciones. La prueba permite supervisar la exposición y tomar medidas preventivas en caso de que se superen los límites establecidos.
Para ello, las calibraciones y verificaciones periódicas de los materiales y equipos de proceso son tan importantes como el trabajo de medición.
La importancia de la dosimetría radiológica radica en su capacidad para informar a los especialistas sobre la dosis de radiación a las cuales se exponen los pacientes. En este sentido, garantizan la seguridad del personal sanitario y de los pacientes.
Por ello, el control y la evaluación precisos de la radiación absorbida por los pacientes y el personal durante los procedimientos radiológicos es muy importante y de allí la relevancia de esta prueba. Al minimizar los riesgos asociados y reducir la exposición innecesaria, la dosimetría radiológica ayuda a optimizar los regímenes de diagnóstico por imagen y tratamiento.
También facilita el seguimiento y la gestión de la dosis acumulada a lo largo del tiempo, lo que mejora la seguridad y el bienestar del paciente, así como del personal médico y técnico.