La infancia es una etapa llena de energía y exploración, lo que a menudo conlleva pequeños accidentes que pueden resultar en fracturas. Estas lesiones, aunque pueden ser preocupantes para los padres, son bastante normales y, en su mayoría, se recuperan sin complicaciones.
A pesar de que se recuperan sin ningún tipo de complicaciones, ya que aunque las probabilidades de fractura en los niños son mayores, también lo son las de recuperaciones exitosas y sin secuelas, nadie quita el nervio y los temores de los padres. ¿Algo que aporta tranquilidad? Tener un seguro contra accidentes Escudo Familiar, por ejemplo.
¿Por qué los niños son más propensos a las fracturas?
Son muchas las razones que terminan influyendo en que los niños tengan problemas asociados con las fracturas:
- Huesos menos densos: al estar en pleno crecimiento y desarrollo, los huesos son más flexibles, menos densos, porque están en un proceso de formación definitivo. Eso los hace más susceptibles a romperse en caso de golpes, incluso si no son tan fuertes.
- Déficit de calcio: aunque es una condición más que una realidad en general, muchas veces se debe a que los huesos aparte de ser menos densos y rígidos por parte del propio crecimiento, la falta de una alimentación que los fortalezca hace que los riesgos de fractura sean todavía mayores.
- Curiosidad innata: no se puede dejar de hablar de esto, porque al final termina siendo determinante para que los niños sufran más fracturas que muchos adultos. Como tienen tanta curiosidad y tanta energía, es más probable que terminen realizando actividades peligrosas, como saltar, correr, trepar en sitios, etcétera, lo que ayuda a dichas posibilidades.
Fracturas más comunes en la infancia
- Fracturas de antebrazo: son las más frecuentes y suelen ocurrir por caídas sobre las manos extendidas. Por eso, a menudo simplemente por estar corriendo en el jardín o por saltar y caer sin estabilidad alguna, se puede producir una fractura de antebrazo.
- Fracturas de muñeca: causadas por mecanismos similares a las de antebrazo, son muy comunes en niños pequeños. Se suele afirmar que en este caso, parte de la responsabilidad de los padres es enseñar a los niños a caer sobre el lateral y no con los brazos o manos extendidas.
- Fracturas de clavícula: se producen por caídas sobre el hombro.
- Fracturas de tibia y peroné: frecuentes en deportes de contacto o por caídas de altura. Si al niño le gusta jugar al fútbol o saltar desde sitios altos, como treparse a un árbol, pudiera ser uno de los riesgos a evitar.
- Fracturas de dedos: ocurren por golpes directos o por atrapamiento de los dedos.
¿Cómo identificar una fractura en niños?
Los síntomas de una fractura pueden variar según la gravedad y la zona afectada, pero algunos signos comunes incluyen:
- Dolor intenso.
- Hinchazón.
- Enrojecimiento.
- Deformación de la zona afectada.
- Dificultad para mover la zona.
Si se tuvieran algunos de estos síntomas o si se sospecha siquiera que el niño pudiera tener una fractura, hay que buscar atención médica de inmediato, ya que el tiempo de espera entre la atención y la lesión va disminuyendo las probabilidades de una recuperación sin secuelas.
¿Cómo se tratan las fracturas infantiles?
El tratamiento de una fractura dependerá del tipo de fractura, su gravedad y la edad del niño. En general, las opciones de tratamiento incluyen:
- Inmovilización: se utiliza un yeso o una férula para mantener el hueso en su lugar mientras sana.
- Reducción cerrada: el médico alinea los fragmentos óseos sin necesidad de cirugía.
- Cirugía: en casos más complejos, puede ser necesaria una cirugía para reparar el hueso.
Prevención de fracturas en niños
Aunque no se pueden evitar todos los accidentes, existen algunas medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de fracturas en niños:
- Supervisión constante: los niños pequeños necesitan supervisión constante para evitar caídas y otros accidentes.
- Entornos seguros: hay que asegurarse de que el hogar y los lugares de juego sean seguros, eliminando objetos peligrosos y protegiendo las esquinas afiladas.
- Equipo de protección: al practicar deportes, es importante que los niños utilicen el equipo de protección adecuado, como cascos y rodilleras.
