Cuidar de un adulto mayor nunca es fácil, por lo que las personas suelen buscar ayuda en residencias que puedan ocuparse de mejorar sus vidas, brindándoles lo adecuado a cada individuo para que su vejez sea muy feliz.
Una residencia para mayores es un sitio especializado, con personal capacitado e instalaciones precisas para poder alojar, cuidar y atender a personas de edad avanzada que no puedan o quieran permanecer en sus casas.
Sin embargo, no todos los lugares son iguales. Por eso es necesario evaluar bien antes de elegir, según las condiciones que se deseen y considerando algunos puntos determinantes para tomar la decisión.
Ubicación
Una buena forma de mantenerse en contacto directo con la persona mayor es que se elija una instalación cercana a la casa donde vive la familia y donde tenga amigos que puedan visitarla frecuentemente.
Este punto es determinante para poder estar siempre en sus vidas y que no se sientan abandonados. En este sentido, La Solana es una residencia que se encuentra en una ubicación tranquila y de fácil acceso, donde las familias podrán llegar a visitar sin problemas y con la tranquilidad ideal para pasar un buen rato.
Lo mejor es que las instalaciones son muy hermosas y espaciosas, ideales para dar paseos, ir al estanque o conectar con la naturaleza sin problemas. En caso de preferir quedarse dentro, los amplios ventanales permitirán la entrada de mucha luz, para sentirse muy cómodo.
Entre las ventajas de las instalaciones se pueden destacar las habitaciones dobles o individuales, salones, sala de cine, fisioterapia, peluquería, podología, terrazas exteriores y un amplio jardín donde hacer ejercicio.
Personal calificado
Contar con una buena residencia es posible siempre que se verifique que cuentan con el personal calificado y con experiencia en el cuidado médico y atención geriátrica. De esta forma, se podrá saber que todo estará bien y que cualquier emergencia se podrá solventar rápidamente.
Un ejemplo de esto es La Solana, esta residencia en Banyoles cuenta con el personal adecuado para el tratamiento de todos los residentes. Su experiencia, vocación y espíritu de servicio hacen que sea un lugar ideal para descansar durante los últimos años de la vida, llegando a tener una nueva oportunidad para conectar con personas y formar una comunidad de interés.
Además, su compromiso se extiende al contar con plazas públicas, 96 plazas para residencia asistida y 15 plazas para centro de día, permitiendo que personas que aún vivan en sus casas sean cuidadas en el lugar y retiradas a diario.
Cabe señalar que el punto de la calidad humana es uno de los más determinantes, puesto que serán esas personas las que atenderán a los residentes y deben prestar atención a sus necesidades y deseos.
Visitas y flexibilidad
Estar presente en la vida de un adulto mayor es importante para él y para la familia, por lo que un punto determinante es poder conocer los horarios de visitas y la flexibilidad con respecto a las salidas y entradas.
Es así como se podrá establecer si es un buen lugar para la dinámica familiar y si se podrán hacer visitas regulares. Del mismo modo, se podrá saber si es posible tener a ese miembro tan importante de la familia en las fechas especiales, sin causar inconvenientes en la residencia.
Visita guiada
Antes de tomar una decisión final es indispensable ir y conocer el lugar de primera mano. Así se sabrá si es un sitio adecuado o no y si se puede confiar la seguridad y salud del adulto mayor a dicho centro.
Revisar la limpieza, el ambiente, ver a los residentes e interactuar con ellos y con el personal será fundamental en la decisión.
Puede que llevar a un familiar mayor a una residencia no sea una decisión fácil, pero a veces es lo mejor para todos. Por esto, es conveniente seguir algunos consejos y elegir el ambiente adecuado para todos, sin dejar nada al azar.
