¿Estás pensando en estudiar sanidad? Debes saber que no estás solo. Centenares de personas como tú también se están preparando y miles ya han accedido a puestos y oportunidades en todo el país.
Para trabajar en el sector sanitario existen muchos puestos y oportunidades diferentes. Con un campo tan amplio, hay un puesto perfecto para cada persona. Pero para alcanzarlo se requieren de ciertos conocimientos y capacidades que no todos tienen.
En este artículo vamos a profundizar en las capacitaciones básicas que todo sanitario debería poseer.
Formación y titulación
Trabajar en el sector sanitario requiere una formación especializada. Por ejemplo, si quieres ser enfermero, tienes que obtener un título de Graduado en Enfermería. Después tenderás que preparar unas oposiciones que te permitan conseguir plaza fija en la sanidad pública.
Para ello, la mejor recomendación es visitar algunas de las academias oposiciones sanidad Valencia y solicitar información para presentarte a los exámenes con las mayores garantías.
También existen titulaciones no necesariamente universitarias, como las de auxiliar de clínica o celador, que permiten trabajar como sanitarios con una formación menos estricta. Estos puestos también requieren del paso por oposiciones para trabajar en la sanidad pública en España.
Empatía y compasión
En el sector sanitario, estar al lado de los pacientes es la prioridad número uno. Cuando un paciente lo necesita, tener un oído empático y una ética de trabajo compasiva puede marcar la diferencia. Cuando alguien muestra compasión, se nota en su lenguaje corporal y en su tono. Naturalmente, los pacientes también pueden percibir estas cosas, por lo que también puede ayudar a establecer una relación de confianza.
La empatía y la compasión no sólo tranquilizan a los pacientes, sino que también pueden ayudar a destacar en el trabajo. Los estudios demuestran que las enfermeras que mantienen un sentido de la empatía tienen menos probabilidades de sufrir agotamiento profesional.
Gestión del estrés
No cabe duda de que la mayoría de los trabajos del sector sanitario pueden ser bastante estresantes. Así que, para evitar agobiarse en el trabajo e incluso llevarse parte del estrés del trabajo a casa, es importante aprender algunas técnicas de gestión del estrés.
Por suerte, la mayoría de las herramientas de gestión del estrés pueden aprenderse fácilmente e incorporarse a tu vida con rapidez.
Una enfermera feliz es igual a pacientes felices. Esto es completamente cierto.
Flexibilidad y adaptabilidad
Trabajar en la sanidad puede ser un campo impredecible y exigente, con empleos que requieren horarios largos y variados. Si trabajas de noche, el reto de conciliar la vida laboral y familiar suele duplicarse.
La única forma que tiene la mayoría de la gente de conciliar la vida laboral y personal es la flexibilidad y la adaptabilidad.
Ser flexible te ayudará a prepararte para cambios de planes inesperados (que los habrá). Además, ser capaz de adaptarse a nuevas situaciones te ayudará en el entorno siempre cambiante del sector sanitario.
Conclusión
Estas cualidades no van a decidir tu carrera profesional en el sector sanitario, pero sin duda te ayudarán a triunfar. Y la buena noticia es que estas habilidades interpersonales pueden aprenderse fácilmente con unos pocos cambios en el estilo de vida.