Socializar, hacer ejercicio, comer chocolate, etc., nos hace sentirnos mejor, y todo se debe a uno de los neurotransmisores esenciales del organismo: la serotonina. Esta hormona también es liberada en grandes cantidades al apostar, haciéndonos muy felices en el proceso.
¿Qué pasa en nuestro cerebro al apostar?
Conocida popularmente como la hormona de la felicidad, desempeña un papel importante en algunas funciones humanas, como la agresión, el humor, la ira, el apetito y la sexualidad.
Y, debido a que tomar riesgos está impreso en nuestros genes, ya sea jugando en una máquina tragamonedas de una casa de apuestas o montando una patineta, día tras día realizamos acciones que implican tanto un pequeño riesgo, como una recompensa. Lo que nos lleva a encarar estos riesgos es la liberación de serotonina.
La liberación de esta sustancia activa las mismas vías de placer de nuestro cerebro, haciéndonos sentir como cuando disfrutamos de nuestra comida favorita o como si tuviésemos relaciones sexuales.
Una forma efectiva de sentir bienestar
Asumir riesgos fomenta patrones muy beneficiosos, como el espíritu emprendedor, la creatividad y además, se relaciona con la innovación.
Indiscutiblemente los juegos de azar o los juegos de un live casino son una de las formas más eficientes de enfrentarse a un riesgo – no peligroso – donde si ganamos, la recompensa además de ser una pasta, también disfrutaremos de una enorme descarga de hormona de la felicidad.
No hay dudas que dejar todo al azar es una forma divertida de hacer dinero online, especialmente si somos amantes de las tragaperras, el blackjack, póker, etc., pasaremos un buen rato lleno de dopamina. Lo mejor de todo es que es posible hacerlo desde cualquier lugar, solo será necesario un móvil o un ordenador.
De hecho, muchos estarán de acuerdo que ganar una apuesta nos brinda una confianza inexplicable. Las apuestas deportivas son también una forma de demostrar nuestra fanaticada y de hacer algo de dinero sin mayor esfuerzo.
Pero no todo es color de rosas
Ser feliz es para algunos el propósito más claro de la raza humana, y las apuestas online son una forma de recibir pequeñas dosis constantes de esta. Sin embargo, cuando el deseo de correr riesgos es mayor a los posibles beneficios, acaba causando daños y es cuando empiezan a surgir los problemas.
Por lo tanto, si planeamos unirnos al mundo de los casinos en línea, se debe ser consciente de que así como nos sentiremos muy bien, existe la posibilidad de que formemos parte de ese 1% de la población que es adicta al juego.
Aunque, no es tan difícil evitar unirse a este porcentaje, para ello solo será administrar correctamente nuestras ganancias. De hecho, algunas casas de apuestas brindan la posibilidad de acceder a bonos, de forma que tengamos activos que apostar sin poner en riesgo nuestras finanzas.
En conclusión, las apuestas son una forma excelente de recargar nuestras baterías de la felicidad, siempre y cuando se lleve a cabo con inteligencia y sobre todo, responsabilidad.