La flacidez corporal, junto a la celulitis y las estrías, son los problemas que más preocupan a las mujeres cuando llega el buen tiempo.
La falta de firmeza de la piel es más evidente en zonas del cuerpo como los brazos, la cara interna de los muslos, los glúteos o el abdomen; o incluso la papada.
Lamentablemente, la flacidez corporal tiene una importante carga genética.
De hecho, hay personas con tan poco colágeno y las fibras elásticas de tan mala calidad que su piel es fláccida desde edades muy tempranas sin que se pueda hacer gran cosa por solucionarlo, aunque se puede paliar con la algunos productos de la gama de cremas reafirmantes que hay en el mercado.
Sin embargo, detrás de la pérdida y disminución del colágeno y la elastina, que son las que aportan sostén, elasticidad y firmeza al cuerpo, hay otras causas que contribuyen a que la piel se descuelgue: los cambios hormonales o la disminución de los estrógenos. Las fibras de colágeno se destruyen más rápidamente cuando se abusa de la vida sedentaria, dado que se pierde volumen muscular y la piel cae más fácilmente.
Otro problema son las dietas pobres en proteínas que producen disminución de la masa muscular y la pérdida brusca de peso, efecto de dietas drásticas.
Y, por último, la radiación solar produce un aumento de los radicales libres que dañan las fibras de colágeno.
Y todo, unido que a partir de los 30 años empieza a disminuir la producción de colágeno y elastina.
¿Cómo mejorar la flacidez corporal?
Contra la genética o los cambios hormonales no se puede luchar, pero sí se pueden combatir el resto de causas que provocan la pérdida de firmeza del cuerpo.
Por ejemplo, la web de saludyestetica aconseja combinar cosmética específica, estilo de vida saludable, deporte y tratamientos médicos y estéticos.
Las cremas reafirmantes son el alimento de la piel; sin cremas, la piel no recibe ningún apoyo externo que la mantenga fuerte y sana, le faltará nutrición e hidratación en abundancia que reafirme el colágeno e, indefectiblemente, los signos del envejecimiento serán más visibles en menos tiempo.
Las cremas reafirmantes hidratan la piel y ayudan a que se vea más tersa, así que son imprescindibles en la rutina de cuidados diarios. Pero la clave para que las cremas actúen de verdad y de forma consistente, es la constancia.
Es normal acordarse de la piel solo cuando se acerca el buen tiempo; por eso es importante mantener una disciplina en cuanto a las cremas.
Existen gran cantidad de cremas reafirmantes para conseguir que la piel se mantenga firme; pero lo importante es confirmar que sus composiciones incluyen los siguientes componentes:
- Ácido ursólico: que repone los niveles de elastina al inhibir la enzima elastasa (destructora de elastina) y favorece la cohesión entre la epidermis y la dermis aumentando el tono de la piel.
- El DMAE: precursor de acetilcolina que ha demostrado mejorar la firmeza cutánea tras su aplicación al 3 % en gel durante 16 semanas.
- La vitamina C: conocida por su efecto favorecedor de la síntesis de colágeno dérmico, que contribuye a mejorar la malla que da sostén a las estructuras de la piel.
- La vitamina E: que impide la destrucción de colágeno y elastina y es un ingrediente habitual en su forma pura, liposomada o en precursores como el aceite de trigo en cremas y aceites reafirmantes y otros componentes como el retinol.
- El ácido hialurónico, y el silicio: que contribuyen a dar soporte a la piel y mejora su capacidad de retención de agua.
Para aplicar las cremas hay que realizar un masaje circular y ascendente, esperar el tiempo de aplicación recomendado y, sobre todo, mantener un criterio disciplinado de uso constante.